Integridad y compromiso en la movilidad

Integridad y compromiso en la movilidad

Era una mañana como cualquier otra en las calles de Ambato. Los agentes de tránsito
Jocelyn Cobo y Diego Arroyo cumplían con su labor diaria, dirigiendo el flujo vehicular
con disciplina y compromiso. Sin embargo, lo que parecía una jornada rutinaria se
transformó en un hecho trascendental cuando un conductor intentó sobornarlos. No era
la primera vez. Hace dos meses, una situación similar había puesto a prueba su
integridad. En ambas ocasiones, la respuesta fue la misma: un rotundo no. Sin titubeos,
rechazaron la coima y denunciaron el acto ante las autoridades.
El eco de su valentía llegó hasta la alcaldesa Diana Caiza, quien, en un gesto inesperado,
decidió acudir personalmente al lugar donde los agentes cumplían con su deber. La
sorpresa en los rostros de Cobo y Arroyo era evidente; no esperaban ser reconocidos de
esa manera por la primera autoridad de la ciudad. “Su actuar demuestra que en Ambato
la transparencia y la ética son innegociables. Mi reconocimiento a su labor y principios,
porque su ejemplo nos motiva a seguir construyendo una ciudad con valores”, expresó
Caiza, resaltando la importancia de su decisión.
Este caso no solo marcó un precedente en la lucha contra la corrupción en Ambato, sino
que trascendió a nivel nacional. Jocelyn Cobo se convirtió en el primer caso sancionado
por los jueces anticorrupción del país, lo que le valió para ser reconocida en las próximas
semanas por el presidente de la República, Daniel Noboa. Su valentía y compromiso
quedaron grabados como un símbolo de integridad en la función pública.
La Municipalidad de Ambato, en su compromiso de fomentar una gestión transparente
y ética, refuerza su mensaje de cero tolerancia a la corrupción. “Ambato avanza con
integridad y compromiso. Sigamos trabajando juntos por una movilidad segura y una
administración basada en la honestidad”, concluyó la alcaldesa Caiza.
Los valores de Jocelyn Cobo y Diego Arroyo resuenan hoy más que nunca en cada rincón
de la ciudad. Su ejemplo inspira a una ciudadanía que aspira a una sociedad más justa y
honesta. La historia de estos dos agentes es la prueba de que los principios no se
negocian y que la transparencia es la verdadera vía para el progreso

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