HISTORIAS QUE NACEN DE UNA ADOPCIÓN

HISTORIAS QUE NACEN DE UNA ADOPCIÓN

El GAD Municipalidad de Ambato, a través de Fauna Urbana y el Hospital Municipal Veterinario Wiwakunapak, realizó una nueva jornada de adopción de mascotas en el parqueadero del Paseo Shopping. A simple vista fue un día común, pero detrás de cada mirada peluda había una historia esperando ser contada. Cada mascota entregada a su nueva familia recibió un presente invisible pero poderoso: la seguridad de estar esterilizada, vacunada, desparasitada y protegida con chip. Una garantía de cuidado que va más allá de lo físico: es la promesa de una vida digna.

La mañana comenzó con la llegada de las primeras familias. Entre ellas, una niña que, al ver un pequeño gato, no pudo contener la emoción. Con la ilusión dibujada en sus ojos pidió a sus padres que lo adoptaran. Los trámites fueron simples: copias de cédula, servicio básico y un formulario. Lo que no fue simple fue contener las lágrimas de felicidad cuando aquel minino pasó de ser “un rescatado” a convertirse en “un hijo más” dentro de su hogar.

Sin embargo, el momento más conmovedor llegó con la historia de Marco Lizano, un exmilitar que llevaba en su corazón un vacío profundo tras la partida de su perrita, aquella callejera que lo eligió hace 14 años y a quien acompañó hasta su último aliento. Desde entonces, la soledad lo abrazaba. Marco no perdió la esperanza y pidió que lo avisen cuando una nueva campaña de adopción llegara al centro comercial. Y así ocurrió. Con el corazón agitado y la esperanza intacta, Marco llegó corriendo. Frente a él apareció Sonrisas, una perrita que lo miró como si se conocieran de toda la vida. Fue ‘amor a primer ladrido’. En ese instante, la tristeza se transformó en compañía y el recuerdo de su vieja amiga se convirtió en impulso para abrir las puertas de su hogar una vez más. Con voz quebrada pero firme, Marco dejó un mensaje que caló entre los presentes: “Los perritos son angelitos enviados por el creador. Cuando estoy triste o agobiado, ellos vienen y se acuestan a mi lado. Me cuidan, me alivian. Amigos, no pierdan más el tiempo, adopten, no compren. Estos angelitos nos cuidan y nos necesitan”.

Historias como la de aquella niña y la de Marco nos recuerdan que adoptar no es un acto pasajero, es un compromiso de vida. Comprar puede llenar un espacio en casa, pero adoptar llena un espacio en el alma. El GAD Municipalidad de Ambato invita a la ciudadanía a ser parte de este gesto transformador. Porque al adoptar no solo cambiamos el destino de un animalito, también escribimos nuestra propia historia de amor y responsabilidad.

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