
Municipalidad rinde este jueves homenaje a las mujeres rurales
La Municipalidad de Ambato organiza un programa especial para celebrar el Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se desarrollará este jueves 15 de octubre, desde las 10:00, en el auditorio del edificio matriz Sur en Huachi Chico.
Uno de los actos centrales constituye el reconocimiento a las mujeres de las 18 parroquias rurales del cantón, por parte del alcalde de Ambato, Dr. Javier Altamirano Sánchez, actividad que se coordinó con los gobiernos parroquiales.
Momento especial será la entrega de un pergamino que en la parte pertinente dice: “Por su ejemplar trayectoria, tanto personal como por su contribución al desarrollo de la parroquia”.
Como parte de esta programación se desarrollará una exposición pictórica en el espacio interior del hall de la Municipalidad (edificio Huachi). La mayoría de estas obras le pertenece a Luis Martínez Quiroga, descendiente de la familia Martínez Mera.
El Día Internacional de las Mujeres Rurales, establecido por la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU) en su resolución 62/136, de fecha 18 de diciembre de 2007, se celebra el 15 de octubre de cada año.
En ella, se reconoce “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.
Las mujeres rurales-una cuarta parte de la población mundial- trabajan como agricultoras, asalariadas y empresarias. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático.
Sin embargo, como señala ONU Mujeres, las campesinas sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y pese a ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos, no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor.
Tampoco disfrutan de un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la asistencia sanitaria, ni a infraestructuras, como el agua y saneamiento ambiental.